Artículo publicado en el blog de meta4 el 9 de abril de 2015
Existen en el mundo empresarial una serie de tópicos y discursos políticamente correctos, que demasiadas veces no suelen ir más allá de las palabras amables. Algunos son fugaces, y pasan rápidamente de moda, otros permanecen en el tiempo y son repetidos, una y otra vez, sin rubor alguno.
Existen en el mundo empresarial ciertos tópicos y
discursos políticamente correctos, que demasiadas veces no suelen ir más allá
de las palabras amables. Algunos son fugaces y pasan rápidamente de moda, otros
permanecen en el tiempo y son repetidos, una y otra vez, sin rubor alguno.
Uno de los que más llama mi atención, es el de que “el
mayor activo de nuestras empresas son las personas”. Sin poner en duda que en
ocasiones esto se corresponda con la realidad, y quien lo predique realmente así
lo vea, a menudo suena a cosmética
organizativa, a maquillaje para presentarse en sociedad con un aspecto más
atractivo.
Si esto fuese realmente cierto, la función de RRHH,
responsable de gestionar a las personas, estaría representada en los comités de
dirección, y sería considerada como estratégica. Algo que raramente sucede, y
que me lleva a pensar que o bien la alta dirección no cree que las personas
sean su mayor activo, o bien no cree que los departamentos de RRHH sean estratégicos.
Tal vez haya razones históricas detrás del hecho de
que el departamento de RRHH no tenga el peso específico que tienen otros. No
debemos olvidar, que las empresas tal y
como las conocemos hoy en día, han sido diseñadas para ejecutar en condiciones
de baja incertidumbre. Su lógica se fundamenta en los principios del “management”
tradicional, que nació para dar respuesta a los desafíos planteados por la
revolución industrial.
En
ese contexto el foco se puso en la producción y la eficiencia, así como en la
planificación financiera, y es también en ese momento cuando aparecieron los
departamentos de personal. Cuyas funciones, no eran en ningún caso estratégicas.
Las personas eran consideradas un recurso básico, y fácilmente substituible.
Años
más tarde, y debido a que la oferta superaba a la demanda, el Marketing ganó
relevancia y se convirtió en un departamento clave. Entretanto, los
departamentos de personal, seguían estando lejos de ser estratégicos y seguían
esperando su oportunidad.
Sin embargo, el entorno actual, mucho más incierto y
cambiante precisa de nuevas fórmulas
para crear ventajas competitivas. Esta situación ha dado lugar a la economía
del conocimiento y la creatividad, en la que el talento, es decir, las personas, pasan a ser
fundamentales. En algunos sectores ya se están librando batallas por el
talento. En el futuro estas se incrementarán, ya que el talento será la base de
la competitividad en muchas industrias.
Este hecho será todavía más evidente a medida que
los “millennials” se vayan incorporando al mundo laboral. Se trata de la
generación más bien formada de la historia, y además se rige por una escala de
valores radicalmente diferente a la de las generaciones anteriores. Tienen las
aptitudes y las actitudes necesarias para emprender por su cuenta, y los
mejores solo estarán dispuestos a trabajar para ciertas empresas.
Según el “Deloitte Millennial Survey”, las empresas
elegidas por los millenials, serán aquellas que apuesten por fomentar la
innovación, que sean ambiciosas, que les permitan desarrollar sus habilidades,
que les ofrezcan autonomía, y que tengan un impacto positivo en la sociedad.
Este nuevo escenario hace imprescindible que los
departamentos de RRHH de las empresas ganen peso estratégico, especialmente los
de aquellas empresas que pertenecen a sectores dinámicos, con elevada
competencia, que sean globales y que deseen incorporar la innovación a su día a
día. Aunque en mayor o menor grado, este efecto será generalizado.
Es evidente que este cambio no se producirá de la
noche a la mañana, ni con la misma velocidad en todas las empresas. De algún
modo los propios departamentos de RRHH deben ser proactivos, y aprovechar esta
gran oportunidad, para lograr la relevancia que durante tanto tiempo han
anhelado.
Existen una serie de retos que debe abordar la función
de RRHH para iniciar y acelerar este proceso.
Ser proactivos si bien ya se ha apuntado, la proactividad es
clave. Si el departamento de RRHH desea ser estratégico, sus miembros deben dar
el primer paso y levantar el brazo. Hacer que el resto de la organización sepa
que RRHH tiene cosas importantes que decir. Raramente, se obtiene aquello que
no se persigue.
Entender el negocio muchos directores de RRHH
se quejan de no ser entendidos ni por el resto de directivos de su empresa, ni
por la misma dirección general. Tal vez sería conveniente que sean los directores de RRHH, quienes hagan un esfuerzo por entender el
negocio, y por pasar a utilizar el
lenguaje que utilizan otros departamentos. Es decir, hablar en términos de números
y de valor.
Al comprender el modelo de negocio que actualmente
explota su empresa, así como la estrategia empresarial para los próximos años,
será mucho más sencillo, para el departamento de RRHH, dar respuesta a las
necesidades presentes y futuras de la organización, y aportar valor al comité
de dirección.
Marketing interno utilizar internamente conceptos del ámbito
del marketing es una práctica que puede ayudar a aportar valor. En esencia se
trata de desarrollar una marca interna (employer branding) que colabore a
fidelizar el talento. Para ello, es importante tener claro el posicionamiento que
se desea , y los segmentos, de
clientes internos, a los que se dirige.
Al tener claros los distintos perfiles, será más
sencillo identificar sus necesidades, y ofrecerles una propuesta de valor
robusta, así como comunicarla a través de los canales más adecuados para cada
caso, (sesiones presenciales, intranet, correo electrónico, newsletter,etc.)
Modelo de negocio interno si a los aspectos
comentados en el punto anterior, se añaden los recursos necesarios y las
actividades a realizar, así como los principales partners con los que cuenta el
departamento, se obtendrá una imagen mucho más clara de como crear y aportar
valor desde RRHH.
Una modo sencillo de realizar este ejercicio, es aplicar
el lienzo del modelo de negocio (business model canvas) al departamento de
RRHH. Además de todos los elementos comentados, la descripción del modelo de
negocio debe incluir los costes y los ingresos.
Tecnología muchos de las tareas que se realizan hoy en día en
los departamentos de RRHH son administrativas, y sería conveniente que, siempre
que sea posible, fuesen externalizadas, o automatizadas a través de las
tecnologías existentes.
Por mi experiencia, los departamentos de RRHH son uno
de los últimos lugares a los que suele llegar la tecnología en una empresa. En
muchas ocasiones, el propio perfil de las personas que forman parte de esta
función hace que no se adopte la tecnología, ni se aprovechen todos los
beneficios que esta aporta.
Conectar a las personas ya se ha dicho
anteriormente que las empresas actuales tienen su origen en la revolución
industrial, y es bien conocido que uno de los principios del “management” de
esa época fue la especialización del trabajo. Lo que llevo a dividir las
empresas en departamentos, cada uno con su función.
Esta estructura organizativa, hace que en muchos
casos los departamentos actúen como silos estancos, sin apenas comunicación,
cuando en realidad todos persiguen un objetivo común, el éxito de la empresa.
Por eso, es importante lograr que las personas que
forman la empresa se conecten unas a otras, establezcan conversaciones entre
ellas, e intercambien conocimiento. En el caso de la innovación, estas conexiones
resultan fundamentales, pero también
aportan grandes beneficios para la explotación del negocio existente.
La digitalización de la empresa, así como otras
acciones lideradas por RRHH, puede ser un modo de generar valor para la
empresa, y a la vez ganar peso estratégico.
Construir culturas innovadoras según un reciente estudio elaborado por PwC, el 97% de los CEO entrevistados, afirman que la innovación
está entre sus prioridades principales para los próximos años.
Si bien la innovación se traduce en nuevos productos
y por lo tanto en competitividad y crecimiento, sin unas prácticas internas
determinadas, y muy centradas en las personas, no es posible innovar de manera
sostenible en el tiempo.
Por lo tanto la creación de culturas que fomenten la
creatividad y la innovación, con todo lo que ello implica, es uno de los retos
que deberán abordar los departamentos de RRHH. Debido a que todavía se habla más
de innovación, de lo que realmente
se practica, los departamentos de RRHH harían bien en anticiparse y liderar
esta transformación interna.
En definitiva, existen una serie de tendencias que
hacen que los departamentos de RRHH estén ante una gran oportunidad para ganar
peso específico, y pasar a ser estratégicos. Sin embargo, lograrlo no será
sencillo e implicará abordar de manera firme y urgente, una serie de retos.
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